OTRO MUNDO ES POSIBLE

Si tuviera una barita mágica haría desaparecer el dinero.

¡Zas!

Sólo unos minutos para poder pensar en una distribución más equitativa.

Les pondría neveras a los pobres, y se las llenaría de comida.

Y haría que de golpe les sonara la barriga a todos y la nevera apareciera de forma mágica delante de ellos.

Algunos probablemente no sabrían qué es una nevera. Me gustaría incluso grabar a una tribu, descubriendo ese gadget  que se ha plantado delante de ellos.

También repartiría más el amor y aniquilaria el odio.

Sí, se que es necesario, pero yo creo que existe por falta de amor...

Aniquilaría el egoismo.

¿Qué es eso de pensarte que tu vida solo gira en torno a ti?

Probablemente, cuando tengas 80 años no te quedarás con los momentos que pasaste solo.

Con la barita crearía túneles secretos en el aire.

De colores. Que marcarían las direcciones.

Para estar siempre un poco más cerca de las personas que tenemos lejos y los no tan lejos.

Pero sin atascos eso sí. Imagínate, si hubiera tráfico ahí nunca llegaríamos a tiempo.

Te diría nos vemos en 2 minutos en la línea violeta. Conectaría mi reloj mágico y 3,2,1 ¡pam! chocaríamos de golpe y nos daríamos un enorme abrazo.

Con la barita le devolvería la salud a todos los que no la tienen. Y detendría los accidentes.

Ese motorista que esta volando a punto de perder la vida, ¡pam! detenido, levita y poco a poco le vuelvo a dejar en su moto.

Eso sí, al oído le diría ¡no corras tanto la próxima vez!

A los miedos les pondría penalizaciones.

Sí, multas.

Por cada miedo que tengas pagas una especie de peaje, y si no...¡saca valor! que has venido al mundo para vivir no para andar temblando.

Y a las sonrisas les pondría flores. 

De mil tipos y colores para que la vida se volviera un camino de pétalos.

A las virtudes estrellitas. Michelín.

Para que la gente se esforzara más en ser buena y evitar tanta avaricia.

Y a mi gente..

 A mi gente un colchoncito de agua debajo de la vida. Para que cuando se cayeran no se hicieran daño y les entraran ganas de saltar, ¡como de niños! y volver a empezar de nuevo.

Quizás sea una ilusa. Quizás Tim Burton ha hecho mucho daño en mi cabeza.

Pero se que otro mundo es posible, ¿y sabes por qué?

Porque no depende de una barita mágica, depende de nosotros, los "reales".