THE END
Odiar no es malo, es la forma consciente de saber lo que NO quieres

Odio acabar un día muy esperado. Despedirme de alguien cuando se que pasaré tiempo sin verle.
Odio que suene el despertador por la mañana por quinta vez, y saber que ya no quedan más "cinco minutos" que añadirle.
Odio ver las películas hasta el final, cuando creo que más o menos puedo deducir la trama me duermo, quizás así yo invente un final más original. O tener que terminarme un libro si no me gusta ni la segunda página.
Odio tener los pies fríos por la noche, y ver que, aunque pataleando las sábanas, no hay forma humana de calentarlos, porque eso no llega a ningún final... como mucho al insomnio jodidamente jodido.
Odio a la gente que no es pura y sincera y vende su opinión al mejor postor. Odio a la gente que habla en boca de los demás, como si tubieran suficientes conocimientos de los demás para hacerlo. Odio ver como las personas no logran entenderse aunque se quieran con locura.
Odio ver que el amor es una utopía que pocos sienten. Que eso de querer pasó de moda, ahora solo existe el verbo quererse, y es bien probable que la RAE acabe añadiendo una nueva conjugación terminada en -se. ¡Pues a todos esos, váyanse a la mierda! O tranquilos... la mierda les caerá solita sola, el mundo no está hecho para no necesitar de los demás.
Odio no poder cambiar las cosas porque ya no están en mi mano. Odio haberme quedado sin herramientas para volver a ser mi propia edición limitada. Odio escucharme quejarme contínuamente en lugar de ver hasta donde he llegado.
Odio creerme la diosa de los consejos y no tener narices a aplicar ninguno de ellos. Odio no tener amor suficiente para las personas que me quieren porque emocionalmente me siento más exprimida que una naranja.
Y con tanto odio y odio y odio, creo que podría decir que he llegado al fin.
Así que, aunque parezca altamente tóxico este ejercicio te lo propongo... es una manera de vomitar cosas malas, cosas que estan dentro y nunca te planteas, y por qué no, ser un poco realista contigo mismo... ¡qué no te tiene por qué gustar siempre todo!
That's all folks